martes, 29 de julio de 2014

3- HISTORIAS DE HÉROES Y HEROINAS

a-Las Aventuras de Perseo
El Rey de Argos estaba desesperado porque la profecía decía que su nieto lo mataría, encerró a su única hija Dánea en un cuarto secreto pero esta tuvo un hijo de Zeus; así que la envió junto con su hijo Perseo a en un arca que lo lleva lejos de Argos, llegaron a una remota isla donde un pescador los encontró y los ayudo, el Pescador era el hermano del tirano que gobernaba la isla.

El tirano se enamoro de Dánae y cuando Perseo creció el tirano quería deshacerse de él, en una reunión puso a prueba a Perseo quien prometió traer la cabeza de Medusa. Los dioses Hermes atenea quisieron ayudar a Perseo. Hermes le dio una espada de diamante y Atenea su escudo tan pulido que reflejaba todo como un espejo. Las Ninfas del Norte le dieron a Perseo el casco de Hades casco que lo hacía invisible, unas sandalias voladoras y una bolsa mágica para la cabeza de medusa. Perseo se enfrento a la medusa que era una de las tres gorgonas hijas de divinidades marinas, el monstruo tenía serpientes como cabello y convertía en piedra a quien la mirara a los ojos; al momento de la pelea a través del reflejo del escudo vio a Medusa y logro cortarle la cabeza que luego guardo en la bolsa mágica. Con las sandalias voladoras voló de regreso a la isla, pero en el trayecto encontró a mujer encadenada; Andrómeda, quien pagaba un castigo por culpa de su madre, la región donde vivían sufría de inundaciones y un monstruo marino se comía la gente por haber ofendido a las ninfas, Perseo prometió rescatarla a cambio de poder casarse con ella. Perseo llego a la isla del tirano y le entrego la cabeza y este se convirtió en piedra. Perseo quería conocer a su abuelo pero cuando este se entero huyó a una isla cercana donde se inaugurarían unos juegos en donde Perseo participo lanzando el disco, pero una ráfaga lo desvió hacia los espectadores y se clavo en el cuello de un anciano hombre quien resulto ser su abuelo.















b. Heracles y sus 12 trabajos 

Fueron impuestos por su tío Euristeo, rey de Micenas y de Tirinto, como consecuencia de los resentimientos de Hera/Juno que influyó en los demás dioses para que lo pusieran al servicio del rey. Con ellos consiguió su fama. 

1º Capturar al can Cerbero


El can Cerbero, el perro de los Infiernos, era un monstruo de tres cabezas de las que manaba una repugnante baba; tenía cola de dragón de la que salían formas de serpientes. Sin más protección que su piel de león y sus flechas sin compañeros descendió a las mansiones de Plutón/ Hades. Vio a su amigo Teseo, a Meleagro, hermano de su esposa Deyanira; Hércules quiso recuperar a su amigo y traerlo al reino de los vivos, pero la tierra tembló al intentarlo. Plutón quiso impedirle la entrada; Hércules le disparó una flecha y le hirió en un hombro; el dios comprendió el sufrimiento humano y accedió a dejarle llevar a cabo su empresa con la condición de no emplear más que sus manos. Lo cogió por el cuello y logró reducirlo; al salir a la luz el can Cerbero, desacostumbrado a ello, empezó a echar baba, de la que brotó el acónito, planta venenosa. Cuando llevó el monstruo a su tío Euristeo, éste comprendió que no podría librarse del odiado hijo de Zeus. Hércules volvió al Hades a restituir el Cancerbero a su dueño.


 2º La hidra de Lerna           
En las lagunas de Lerna habitaba una hidra enorme que devoraba a los hombres; sus nueve cabezas se regeneraban cuando eran cortadas. Con la ayuda de su compañero Yolao, que le proporcionaba teas ardiendo, cauteriza con fuego las heridas para impedir que se regeneraran y de un tajo corta la cabeza central y la echa al fuego. Mojó sus flechas con la sangre venenosa de la hidra, cosa que le fue de gran utilidad posteriormente. 
3º El león de Nemea

No lejos de la ciudad de Nemea un león enorme, muy feroz e invulnerable a las armas  de los hombres, devastaba toda la región de la Argólida. Hércules mató a la fiera, que vomitaba fuego y humo, asfixiándola; al no poder despellejarla con sus armas, se sirvió de las garras de la propia fiera. Con su piel se hizo una coraza y con sus fauces un nuevo casco. 

4º El toro de Creta
El rey Minos de Creta había prometido a Poseidón sacrificarle lo primero que saliese del mar, pretextando que no tenía nada digno que ofrecerle. Poseidón hizo salir del mar un toro de gran belleza; admirado Minos lo mezcló con su manada y sacrificó al dios otro toro. Poseidón, al verse engañado, enloqueció al toro; así desolaba la isla. Hércules tomó el trabajo de domar al animal e incluso fue ayudado por el propio rey Minos; a su tío Euristeo no le impresionó tanto la belleza del toro y lo soltó; llegó a Maratón, en el Ática, donde devastaba toda la región hasta que Teseo logró domarlo de nuevo.

5º Las aves del lago Estínfalo
Una nube de aves espantosas, antropófagas, devoraban todo lo que encontraban. Tenían el pico, las alas y las garras de hierro y poseían la facultad de disparar sus plumas como flechas. No hallaba forma de abatirlas, hasta que estando al acecho Atenea se le presentó y le entregó dos poderosos címbalos de bronce que Efesto/Vulcano le había fabricado. Subió a lo alto de una cima y con el estruendo que produjo al batirlos logró ahuyentar a las monstruosas aves y abatió a muchas en pleno vuelo.

6º El jabalí de Erimanto
El jabalí de Erimanto, afluente del río Alfeo, era una bestia descomunal que devastaba la región. En el camino se encontró con el centauro Folo quien le obsequió con una cena para la que Hércules le pidió vino del tonel que el dios Dionisos/Baco había regalado a los centauros. Ante el olor del vino los centauros acudieron y se enfrentaron a Hércules quien en la contienda hirió al centauro Quilón, su maestro, el cual le había enseñado el remedio curativo. Pero el veneno de la flecha de Hércules era mortal y Quilón era inmortal; no se moría ni le cesaban los dolores y pidió a Hércules que consiguiera que se le enviara la muerte. Cazó el jabalí corriendo tras él por una llanura nevada hasta extenuarle; se lo llevó vivo a Euristeo, que asustado se escondió en un ánfora.

7º Los caballos de Diomedes
Diomedes, hijo de Ares, rey de la Tracia, poseía unos caballos (yeguas, según otras versiones) fieros y vigorosos de tal modo que debían estar atados con cadenas de hierro a los pesebres; tan fieros que comían incluso carne humana, de los cadáveres de los náufragos que llegaban a las costas y de los extranjeros que entraban en su ciudad. Hércules lo primero que hizo fue matar al propio Diomedes y echárselo de comida a los caballos, que, saciados, pudieron fácilmente ser cogidos. En el camino, al volver a tener hambre, devoraron a Abdero, compañero de Hércules en esta aventura. Luego logró dominarlas de nuevo y llevarlas a Micenas. Euristeo se los consagró a Hera/Juno.
Tuvieron una larga descendencia, tanto que el propio Alejandro Magno montó aún un caballo de aquella raza.  Tras este trabajo, Hércules se embarcó con Jasón en dirección a la Cólquida, en Asia Menor, al este del Ponto Euxino, en busca del vellocino de oro. 

8º Las manzanas de las Hespérides
Con motivo de las bodas de Zeus y Hera, Gea plantó en la costa occidental del Océano un jardín con manzanas de oro. Cuatro doncellas, llamadas Hespérides, lo cuidaban con la ayuda de un dragón de cien cabezas (Ladón). No se sabía dónde estaba dicho jardín. Hércules obliga al viejo hombre del mar, Nereo, a que le indique el camino. Al pasar por Libia se enfrenta a Anteo, hijo de la tierra, y lo vence. Vence a los pigmeos (cércopes, según versiones, dos hermanos bufones y ladrones; Hércules los cogió como a dos cabritos y los llevó a vender al mercado; aunque le hicieron gracia y los soltó) que le robaron las armas mientras dormía. Prosiguiendo su camino libera a Prometeo que estaba encadenado en el Cáucaso; éste le enseña el camino. Para llegar al Atlántico abrió el estrecho entre Europa y África; (Columnas de Hércules: Abila y Calpe).
Prometeo le había aconsejado que entrase él a robar las manzanas; por ello hizo un pacto con Atlante; le sostuvo la bola del mundo mientras fue a robarlas; pero Atlante no quería volver a cargar con semejante peso. Hércules acudió a la astucia de la almohadilla. Y así logró deshacerse de la carga. Euristeo no quiso coger las manzanas, pues sólo quería desembarazarse de Hércules; éste las depositó en el altar de Atenea, que las devolvió al Jardín de las Hespérides. 

9º La cierva de Cerinia
Por los montes de Cerinia vivía una cierva, con cuernos de oro y patas de bronce, consagrada a Artemis/Diana. Hércules debía cogerla viva. La persiguió durante un año hasta los últimos confines de la tierra y logró atraparla junto al río Ladón, aunque tuvo que herirla en una pata, lo que le valió una reprimenda de la diosa. 

10º El cinturón de Hipólita
Euristeo quería el cinturón de la amazona Hipólita como regalo para su hija. Las amazonas habitaban en la región del Ponto y formaban un numeroso pueblo de mujeres; de sus hijos sólo criaban a las mujeres. 

Hércules fue recibido por la reina que se lo prometió impresionada por su noble aspecto. Pero Hera difundió el rumor de que un extranjero iba a raptar a la reina y todas las amazonas atacaron. Hércules las va venciendo una a una hasta conseguir coger prisionera a Alcipe, la capitana del ejército; entonces Hipólita le entregó el cinturón como rescate.

De regreso de esta aventura liberó a Hesíone, hija de Laomedonte, rey de Troya, de las fauces de un monstruo marino, que se la había tragado por no haber cumplido la promesa a Poseidón de sacrificarla en su honor, ya que no le había pagado la ayuda de la construcción de los muros de Troya. Hércules se lanzó dentro de las fauces del animal y la rescató. Laomedonte no le pagó nada; Hércules marchó muy enfadado.

11º Los establos de Augías
Augías, rey de la Élide, tenía tres mil bueyes en establos que nunca habían sido limpiados. Esto suponía un peligro y una peste para los habitantes de la región. Augías, a quien Hércules se había presentado sin decir que era por encargo de su tío Euristeo, pensando que una persona de tal aspecto y porte no se rebajaría a aquel trabajo y que le sería imposible le ofreció la décima parte de su ganado; Hércules debía limpiarlos en un solo día. Para ello desvió el curso del río Alfeo y el Peneo, a fin de que sus aguas arrastraran el estiércol. 

12º Los bueyes de Gerión
En Gádira vivía Gerión, gigante de dos cuerpos y tres cabezas, seis brazos y seis piernas; era dueño de una manada de hermosos bueyes, guardados por otro gigante y un perro bicéfalo. Hércules mata al pastor y luego a Gerión, y luego conduce los bueyes hacia Tirinto. Cansado del viaje, al llegar a Italia se paró a dormir junto al Tíber.
Un célebre pastor, llamado Caco, le robó siete bueyes. Hércules buscó en las cuevas próximas, pero las huellas del ganado iban en sentido contrario, pues Caco había guiado los bueyes cogiéndolos por la cola. Los mugidos de los bueyes le sirvieron de pista. Recuperó su ganado y dio muerte a Caco. 





FALTAN JUAN I., ANGELA Y MADELEINE




c. Jasón los argonautas y el vellocino de oro











































d. Teseo, el vencedor del minotauro.
e. Ícaro y Dédalo, los fugitivos del laberinto.



















f. Belerofonte y Quimera

Belerofonte era hijo del rey de Corinto aunque algunos decían que era hijo de Poseidón. Un día ,Belerofonte mató sin querer a un noble de su isla y huyó a Torinto.

Allí fué acogido por el rey.La mujer del rey se enamoró de el pero al saber que este no le quería le acusó de violarla.El rey no podía matarle porque las leyes se lo impedían así que lo envió al reino del padre de su mujer.Este lo mandó a luchar contra la Quimera.Belerofonte atemorizado pidió ayuda a Atenea y ella le dio unas bridas de oro.Con las bridas,Belerofonte capturo a Pegaso,el caballo alado.


Cuando encontró a la Quimera,vio que era una especie de monstruo con cabeza de león ,cuerpo de cabra y cola de dragón. Sobrevoló sobre ella y se puso a lanzarle flechas. Con el fuego que sacaba la Quimera por la boca, se derritió el plomo de las flechas y la Quimera se lo trago dandose así muerte.





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